En un mundo perfecto, sólo deberíamos perder dientes durante la transición de la infancia a la adultez. Sin embargo, lo más probable es que todos nos enfrentemos, en algún u otro momento, a la extracción de uno de nuestros dientes. Mientras que los dientes de leche se caen solos cuando es necesario, otros necesitarán de la intervención de un odontólogo para dejar de causar problemas en la boca. Aunque éste procedimiento pueda no apetecer a muchos de nuestros pacientes, es bueno y necesario, y no involucra ningún dolor. Hoy, desde el Blog de la Clínica Dental Higueras, te hablamos de lo que necesitas saber si te van a sacar un diente o muela del juicio.
Hay muchos motivos por los que un diente se puede volver problemático y tenga que ser extraído. En algunos casos, la enfermedad o la caries pueden hacer un diente inviable y un peligro para el resto de la boca, siendo lo mejor eliminarlo y sustituirlo por un implante. Las muelas del juicio, por otro lado, pueden emerger en un mal ángulo y chocar con el resto de tu dentadura dañando otras piezas. En éste caso la cirugía es la mejor opción para evitar dolores y problemas en el futuro.
Extracción de una muela
Las muelas del juicio no son los únicos dientes que pueden quedar impactados, y es posible que tu odontólogo aconseje quitar dientes antes de un tratamiento de ortodoncia para crear espacio libre y aliviar la presión sobre tu dentadura. Aunque te parezca contraintuitivo el quitar un diente sano, a veces es lo mejor para el conjunto de tu dentadura.
El cómo se produce la extracción dependerá del lugar que ocupen los dientes en la dentadura y de su posición. Si el diente problemático está totalmente emergido en su posición definitiva, el procedimiento es rápido y realmente sencillo. El odontólogo podrá soltarlo con delicadeza y retirarlo mediante el uso de fórceps.
Los dientes impactados pueden ser más problemáticos, sobre todo si no han salido del todo y no están verticales. Es posible que tu dentista emplee un anestésico local para eliminar cualquier molestia; y para los casos más severos existen opciones de sedación y anestesia.
Después de la extracción, sentirás unas ligeras molestias durante las primeras horas de la recuperación; y tendrás que llevar una dieta blanda y cuidarte mucho de no dañar ni golpear la zona extraída. Por supuesto, si el diente que te han extraído no es una muela del juicio, está en tu mejor interés el sustituirlo lo antes posible por un implante dental u otra opción restauradora.
En la Clínica Dental Higueras, Bravo Murillo 153, Madrid; estamos enteramente a tu disposición para realizar procedimientos de éste tipo. En nuestra clínica contarás con profesionales experimentados y con todas las opciones de tratamiento sin dolor que te permitirán convertir la extracción de uno de tus dientes en un mero trámite.